El estrés no se apaga cuando entras en el dormitorio. Ya se trate de plazos de trabajo, sobrecarga mental o simplemente el peso del día, tiene una forma de etiquetar y, a menudo, aparece donde menos lo desea: su vida sexual.
Lo que sucede en el cuerpo cuando estás estresado:
Ya sea una fecha límite de trabajo, conflicto emocional o sobrecarga mental, su cerebro registra una amenaza y libera adrenalina. Esta respuesta de lucha o vuelo hace que su frecuencia cardíaca aumente, sus músculos se endurezcan y su cuerpo comience a producir la hormona del estrés cortisol.
En este estado, tu cuerpo se concentra en mantenerse alerta y listo para actuar. Las funciones reproductivas, incluido el deseo y la excitación sexual, no son una prioridad. En pocas palabras, puede causar muchos problemas para salir.
Cómo el estrés y la ansiedad pueden afectar el rendimiento:
El estrés puede afectar cada etapa de la respuesta sexual, como el deseo, la excitación y el clímax. Aparece de manera diferente para todos, pero algunas formas comunes de interferencia incluyen:
Libido bajo: puede encontrar que no está de humor, incluso cuando quiere estarlo.
Dificultades eréctil o sequedad vaginal: cuando se activa el sistema nervioso, el flujo sanguíneo y la lubricación natural pueden disminuir, lo que dificulta la excitación física más difícil de lograr.
Eyaculación prematura o orgasmo retrasado: puede ser difícil mantenerse sincronizado con su cuerpo cuando su mente está acelerando.
Pensar demasiado y desconectarse: la ansiedad puede hacerte hiper-tesor de cómo estás actuando, sacarte del momento y hacer que el placer sea más difícil de dejar.
Distancia emocional: cuando está abrumado, es común retirarse emocionalmente o sentirse desconectado de su pareja.
Vuelva a conectar su cuerpo y renovando su energía sexual:
No necesita esperar a que el estrés desaparezca antes de poder disfrutar de la intimidad nuevamente. El uso de las estrategias a continuación puede ayudarlo a regular su sistema nervioso, recuperar el placer y sentirse más presente y empoderado en su cuerpo:
Comience con la respiración y la presencia: la respiración profunda e intencional ayuda a indicarle a su cuerpo que es seguro relajarse. Incluso solo unos pocos inhalados y exhalos lentos pueden calmar el ruido en su mente y llevarlo al momento.
Desvía el enfoque del desempeño: date permiso para explorar el tacto, la conexión y las sensaciones sin esperar que el sexo se vea de cierta manera. Deja de lado el objetivo final y sintonízate con lo que te hace sentir bien ahora mismo.
Mueva su cuerpo, incluso un poco: movimiento físico, ya sea estiramiento, caminar o bailar ayuda a liberar la tensión almacenada y apoya productos químicos que aumentan el estado de ánimo que hacen que la intimidad sea más accesible.
El tiempo en solitario también cuenta: explorar su propio cuerpo puede ser una forma de baja presión para reconstruir su conexión con el placer. Los juguetes, el lubricante y la fantasía pueden ayudarlo a descubrir lo que se siente bien y despertar su excitación.
Apóyate en el apoyo sensorial
Los lubricantes, las texturas suaves, la iluminación tenue o los aromas relajantes pueden ayudar a crear un ambiente que calme el cuerpo y le indique que es seguro relajarse y disfrutar.
Hablar de ello
Si está asociado, estar abierto sobre lo que siente puede aliviar la presión e invitar a la cercanía. Un simple "me he sentido un poco apagado, pero aún quiero conectarme" puede ser muy útil.
Saber cuándo buscar apoyo profesional:
A veces, el estrés es más profundo, o el impacto en su vida sexual se siente demasiado grande para navegar por su cuenta. Eso es cuando buscar apoyo puede marcar una verdadera diferencia.
Los terapeutas y consejeros positivos para el sexo pueden ayudarlo a desempacar la ansiedad, liberar la vergüenza y crear estrategias que apoyen su bienestar emocional y sexual. Los terapeutas somáticos o los especialistas en piso pélvico también pueden ayudar si la incomodidad física o el trauma son parte de la imagen.
La terapia no es sólo para "arreglar" cosas, es una forma de comprenderse mejor a sí mismo, sus necesidades y cómo volver a aparecer plenamente en su cuerpo. No es ninguna vergüenza pedir ayuda. De hecho, es uno de los movimientos más empoderadores que puedes hacer.
Su bienestar sexual está profundamente conectado con cómo cuidas tu mente y tu cuerpo. Cuando el estrés le mide, está bien detenerse, reagruparse y encontrar suavemente el camino de regreso a lo que se siente bien. Con el tiempo, la intención y el apoyo, el deseo y la conexión pueden regresar de una manera que se sienta auténtica para usted. Te mereces una relación con el placer que se siente seguro, alegre y completamente tuyo.